¿Cómo se crearon las constelaciones?

¿Cómo se crearon las constelaciones?

Las constelaciones no tienen un origen específico, el humano las fue tomando como parte de su cultura, en distintas partes del mundo, como guía en la navegación. A través de ellas se han formado historias, leyendas y mitos, a partir de la unión de cada estrella que se divisaba en el cielo y que para el imaginario de antiguas civilizaciones formaban una figura. Desde la tierra parecen ser cercanas o que algunas brillan más que otras, pero la verdad es que a están a millones de años luz.

Se dividen de varias maneras, para empezar, pueden ser dos grupos, las que pueden observarse durante todo el año, conocidas como circumpolares, y las estacionales, las cuales pueden verse de acuerdo al hemisferio donde se encuentre el espectador. Como las constelaciones son también parte de la mitología de pueblos, existen infinidades, pero sólo unas 88 reconocidas por la Unión Astronómica Internacional en 1928.

Origen de las constelaciones

Su origen no es exacto, hasta hoy no se tiene una fecha precisa de cuando comenzaron a hacerse conocidas, sin embargo, se tiene un primer presagio que ayuda a tener una idea de los tantísimos años que tienen algunas de ellas. En la antigua Grecia se encontró el poema  Phaenomena  por Aratus y data del 270 a.C, en él escribió sobre el cielo, y se describen las estrellas, con ellas las constelaciones, como algo ya existente. Por lo allí expuesto, se cree que los primeros en formar uniones sobre las estrellas serían los babilonios y sumerios, dejando luego esta información a los egipcios y griegos. Quienes se encargaron de darle más forma e implementarlo verdaderamente en su cultura y mitología, muchos de los nombres provienen de sus dioses, objetos o animales que los rodeaban.

¿Cómo se crearon las constelaciones?

Fue en 1928 cuando se formalizaron unas 88 constelaciones, luego de algunos años de investigación, el astrónomo Eugène Delporte, es quien lideró el grupo que estableció por fin la lista. La función de estas durante mucho tiempo fue servir de guía para explorar o saber hacia dónde dirigirse y además se establecen de manera oficial como una forma más sencilla de memorizar la posición de las estrellas. Esto no ha sido impedimento para que las personas formen otros dibujos a partir de ellas, tampoco ha invalidado las infinitas creaciones de otros pueblos, sólo fueron delimitadas para el entendimiento global.

Constelaciones modernas

Ptolomeo compiló todas estas estrellas conocidas para el siglo II en Almagesto, un escrito de astronomía donde se encontraban 48 de ellas, formadas a partir de 1022 estrellas. En el apartado ya existían las constelaciones zodiacales, que son 12 en total con el mismo nombre conocido por todos, completándose con otras 15 constelaciones del hemisferio sur y unas 21 al norte. El conocimiento de estas fueron heredadas por los griegos de civilizaciones pasadas, de hecho las hicieron completamente suyas otorgándole nombre de sus deidades mitológicas, cada una de ellas conlleva una historia o se involucra con algún mito.

Tenemos entonces a la familia Perseo, donde se ubican Andrómeda, Cassiopeia, Cepheus, Cetus, Pegasus y Perseus, formando parte de la leyenda de Andrómeda. También se encuentra Orión donde están Orión, Canis Major, Canis Minor, Lepus y Monoceros.

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Por otro lado, están las constelaciones que se agrupan debido a su cercanía, entre ellas vemos la familia Hércules, con Aquila, Corvus, Crater, Crux, Cygnus, Hércules, Hydra, Lupus, Lyra, Ophiuchus, Sagitta, Scutum, Serpens, Sextans, Triangulum Australo y Vulpecula.  Así como la Osa Mayor, que integra a Boötes, Camelopardalis, Canes Venatici, Coma Berenices, Corona Borealis, Draco, Leo Minor, Lynx y Ursa Minor.

Constelaciones modernas

Las que resaltan como las más modernas de todas, además de la importancia que se le ha dado en ciertos países, son las del Hemisferio Sur, brillantes y sólo se divisan en latitudes menores de 25 grados. Aparecieron en el siglo XVI para orientarse en las expediciones nocturnas, unas 14 constelaciones nombradas por el astrónomo Nicolas-Louis de Lacaille, quién tomó como referencia herramientas e instrumentos musicales.

La mayor parte de las constelaciones no guarda relación con la figura real del objeto, se puede tomar como un homenaje o una forma abstracta. No se sabe si las civilizaciones realmente intentaban retratar la figura exacta, ya sea persona u animal o simplemente la tomaban como inspiración. Adicionalmente estaban 12 más hacia el Hemisferio Norte, que fueron nombradas por Petrus Plancius, debido a sus rebusques entre documentos del explorador Pieter Dirkszoon Keyser, así que a casi todas le fue asignado un nombre animal.

Características e inspiración para sus nombres

Más allá de que todas compartan el espacio y fueron creadas con el mismo propósito de guiar o memorizar, para llevar un orden mediante su clasificación por latitud, existen otros aspectos que las unen. A cada constelación se le asigna una letra griega que la acompaña junto a su nombre, esta es importante porque con ella se identifica el nivel de brillo, se dice entonces que la que lleva la primera letra es la más brillante. Así hasta terminar con todo el alfabeto griego, para comenzar con el latino, las constelaciones menos relevantes se le otorga una abreviatura junto a un número. Esta manera de ordenarlas por número se le conoce como nomenclatura Flamsteed, mientras que por letras griegas es la nomenclatura Bayer, gracias al astrónomo Johann Bayer.

Constelación de estrellas

Para cada cultura una constelación podría tener significados e historias diferentes, así como la forma en la que esta se proyectaba, en un continente no sería la misma que en otro. Grandes mitos creados a partir de ellas aún siguen vigentes y han servido de referentes a nuevas creaciones gracias a la globalización.

Las batallas entre los signos, toda la mitología griega y más, que forjaron civilizaciones y que hasta la fecha se puede denominar perfectamente como cultura general, ya que todos hemos escuchado al menos alguna de estas leyendas o nombres. Las mismas fueron parte del imaginario de nuestros antepasados, los guiaron e iluminaron y aunque han variado un poco por su movimiento con el pasar de los años, aún conservan la forma que sirvió de inspiración hace tantísimo tiempo. Se cree que en millones de años esto cambie aún más, dando lugar a nuevas constelaciones debido a la rotación del sol.

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